Punto de no retorno poético

Punto de no retorno poético. Lo versificado, versificado está y en imprenta (lo amado, amado está y en imprenta).
Todavía intentando que me salga decir que soy poeta.
He leído demasiadas maravillas y las miro como una sioux mira las nubes.
Diré, como Tsvietáieva, que «no conozco influencias literarias, conozco influencias humanas». O dicho con mis propias palabras: «no pretendo emular a ninguna de mis capitanas, sino traducir mi fuego a verbo».
Una cosa está clara: una poeta lánguida, olvidada de su cuerpo en pos del Parnaso, a la vista está que no soy.

Publicado por Gloria Fortún

No tengo tiempo para escribir poco

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: