Un poco de historia.El 26 de diciembre de 1978, hace exactamente 42 años, se reformó en España la ley de peligrosidad social y se eliminó de su articulado el delito de homosexualidad que encarcelaba a cualquier persona que fuera sorprendida intentando establecer contacto homosexual, practicando sexo homosexual o en algún local frecuentado por el colectivo lgtb. La ley de amnistía de 1977 no incluyó a dicho colectivo, que no salió de la cárcel hasta que la reforma se publicó en el BOE en 1979. Aún en 1988 seguía vigente el delito de escándalo público contra las conductas provocadoras, véase nudismo, exhibicionismo, voyeurismo y homosexualidad. La ley de peligrosidad social no se derogó por completo hasta 1995. Diez años más tarde, en 2005, España se convirtió en el cuarto país del mundo en establecer el matrimonio igualitario, ley que permite a cualquier persona casarse sin que importe si es con alguien de distinto sexo o del mismo. Todos estos logros se deben al activismo de lesbianas, mujeres y hombres trans, gays, bisexuales, feministas aliadas y otras personas que arriesgaron su libertad y muchas veces sus vidas. Porque ellas y ellos fueron, yo soy. Mujer y lesbiana. Orgullosa del camino recorrido y de no haber dejado un solo puñetazo, literal o metafórico, sin responder. Orgullosa de mi cuerpo, de mi deseo y de ser una gotita en el manantial que formamos las visibles, las que no hemos dudado nunca en organizarnos, sin nombres propios, por el bien común. Mujer y lesbiana.
26 de diciembre de 1978
